Seis horas el océano y esta mirada opaca al correr
De los minutos escapando al margen de la agenda:
Sin nuevos sueños no resucita. El niño late hundido
En mi sombra (esa del sol de noche): sólo aleteos
Ayer de amor después mis fantasías ¿Habrá futuro?
¿Podrá mirarse en otra lengua con pincel diverso
Desde aberturas imparciales o apenas entornadas?
¿Qué emerge y qué anega? ¿Dónde islas? ¿Qué
De mi descubrimiento? ¿Cuándo un pobre manojo
De olivos? ¿Quién mira ahora? ¿Alguien pregunta?
© Carlos Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel, 2012
1 comentario:
Creo que hay mil preguntas abiertas, se irán respondiéndote al leerte, Carlos.
Publicar un comentario