Entre un silencio prudente y no ocultarles nada truena
El océano como la bestia hambrienta que es. Él divide
La historia en dos: aunque la que fue detrás opaque
Se lee igual continúa sonando ¿Dónde estará el botón
Para apagarla? ¿Y si ésta de hoy es sólo fiel
puntilla?
Un arabesco de lo que redime puesto en valor vigente
Una cornisa sobre la que asentó su acuerdo la quiebra
Astillas de caramelo el último eslabón de soledad olas
Bermellón del atardecer un sueño de rotas clepsidras
El espectro de miradas ajenas silentes sobre el
viento.
© Carlos Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel, 2012
Ilustración:Cayetano De Arquer
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