Al
atardecer nos regaló todos los epílogos. Continúa escribiendo con la voz… ¿Podés
escucharla al palpar? ¿Y leerla al contemplar? Dice otra vez: es lo que tengo, la caligrafía de las
sombras como herencia. En Alejandra penetramos al nacer, y solo con ella
confluimos por regresar.
Epílogos
En bastardilla,
fragmentos de Los poseídos entre lilas,
en Textos de sombra y últimos poemas
-1982-
Ilustración: Caligrafía de las sombras (c)
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