al cabo de la primera hora
cuando la
noche
rindió su espectro de humaredas
me calzo los anteojos de contemplar
lo
invisible
las palabras bullen volcanes vivos
y
no siempre es amor
el magma que la lengua licua
resta aún tras consunciones de la hoguera
lo último en arder es cuanto unió
y ata las partes
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela,
2013
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