ya se escucha a lo lejos su clamor
seguro avanzan cien carros con la lluvia
ellos dibujan nubarrones con retumbos
y advertencia
el agua reine y que sobre sedientas
condenadas el misterio llueva
su palabra lave se disuelvan babas
y rueden las arañas arrastrando nidos
como cuentas sueltas de un ábaco
celeste precipiten cien horas
de lluvia sobre francas humaredas
surtan barro para nidos retomen aire
siempre sea grave el meteoro su voz
acucie cuanto
más cerca estemos
menos sepamos de volátiles angustias
papeles sean y el fuego su holocausto
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela,
2013
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