dónde se oculta la eternidad de qué va cautiva
en la mañana de sábado no
sé de ella no sé de ti
dónde puedo encontrarla
es atávico el gesto de mirar al cielo buscándola
quizás en vuelo el
espacio donde fluir evaporar
le llaman trascendencia a cuanto allí se encuentre
pero con qué lo colmo si no es
con incógnita eternidad
mi
estar de hombre es clave de futuro
fui al cielo y un jet partió en dos la mirada
pero
iba cargado de relojes entonces
miré otra vez y un pájaro copió con arabescos
la emergencia del azul en la mañana
pero pensé él morirá en pocos días
cerca de allí el ñandubay recortaba sus últimas flores
encarnadas
será su resistencia dije aunque reconozco el invierno
y la condena que pesa sobre tallos y corolas
quizás
no sea el cielo en mañanas
de sábado donde encontrar la eternidad
serán tus ojos digo al mirarte o será cuanto quiero
decirte
atravesando verdugos de la distancia
serán estas palabras entonces
enrolladas invernantes
vos serás tu terneza de lectora de amante gráfica o de
espejo
cuanto llevo dicho cuantas palabras flotan en derredor
desde que está el hombre y existo en su naturaleza
de hembra y macho nuevamente
es atávico el gesto
alzar la cabeza bajar a texto la lengua que en alto
involuciona
desde el origen
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela,
2013
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