dichosos
son ustedes
dejan
la puerta abierta apenas/ el recipiente
a
medio vaciar sus brazos gotean pesan párpados
las
preguntas en la mesa aunque su vitrina
vaya
a quebrar/ no giran más sus búsquedas
basta
de teclas permiten de los muebles quejas
y
caminan/ ustedes jamás pierden la mirada
su
propiedad endiosa/ porque no queman sus memorias
en
poco más se detienen yo puedo leerlos:
mi tiempo
clausura
bóvedas.
©
Carlos Enrique Cartolano. Lunángel, 2015
Ilustración:
Daniele Franzella
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