… la codicia (…)
un samurai que
habita en las profundidades de cada una
de nuestras sombras…
Daníclates
–De la mentira-
a esta hora soy transparente
para el reloj el
bajo cero del congelador
los carbones que alimenta el tostador
y también
para goznes del ventanal
guardo aire y le apilo cimientos al día
sólo el amor con agenda las palabras y el brillo
de mis dedos se desperezan tan temprano
una vez desayunado
puedo subirme a la pasión como algunos a la autopista
que los lleva a las oficinas
pero nunca aprovecho más de dos horas
para interpretar los contornos
desde miserias de mi lírica porque después todo se envilece
llega la codicia al asalto
las
cuentas el teléfono
los
pronósticos horóscopos
deseos
mercantiles y goces inconfesables
todos katana sin vencimiento que parte en dos mitades
perfectamente iguales
y limpias
(c) Carlos Enrique Cartolano. Contracorriente, 2013
Ilustración: Grabado japonés
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