no es el manto de una reina casual
éste es eterno
la blanca queja de una sierra advierte que alguien
oculto en el feriado corta
una tabla
y
me alcanza
la lluvia de virutas el aroma siempre descubierto
de verdes en la sangre también
yo ardo entonces
con tus aserrines
y no es tu manto amor sino cuanto abarcas
ni son tus ojos sino estas miradas del encuentro
no tus sueños palabra sino
el prado
en
el que duermes
ni siquiera tus puertas antes talla de la herida
no por ti estás
por el espacio que me ocupas
tampoco sólo presente memoria eres y proyecto
inacabado
amor
siempre en cosecha
porque regresas amor porque me buscas soy paciente
de tu lecho nacido ahora y condenado
con mi muerto no
sólo de cultivado amor
también de otoños tus manjares
y no es tu manto amor sino cuanto abarcas
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela,
2013
Ilustración: Johnny Palacios Hidalgo
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