¡Oh, el rostro ceniciento, el escudo de crin,
los brazos de cristal! ¡el cañón sobre el que debo abatirme
a través de la refriega de los árboles y el aire ligero!...
Jean Arthur
Rimbaud. La Iluminaciones –Being
beauteous-
Más lejos
que nunca en fuga como un dado a los tumbos
En la
cabeza el astro resiste contraataca se vuelve mujer
Cuando
escatima abonos. Allí por donde arrastra su capa
Solloza
la tierra duerme el macho en el arado y la cizaña
Desparrama
chusma. También esta noche de hilos tiesos
Y
quebradizos porque es la última quizás: dormido verde
Triunfo
del viento vista congelada en las estibas. Esperar.
Esperar
regresos mientras cunde en la madeja de cables
Desventurada
lágrima la desolada certeza de tu distancia
Y en
Guiza nadie responde ya los enigmas que trae el sol.
© Carlos
Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel –Serie Rimbaud-, 2012
Ilustración:
Valerio Adami
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