227.
Encontrarse en sí, porque no existe el vacío.
Recurro a la memoria, mi continente, y al consuelo de actividades que me atraviesan
como sudestes de la renovación. Ahora, en soledad, cuando el ánimo gregario se
soslaya, la escritura conduce a cierres diferentes. Pero el oleaje no se
detiene; floto y flotamos en una línea de agua quieta, en interiores de la ola,
tras la piedra y su destino de arena.
Al
final de esta frase hay una constelación, dijo Rafael Felipe Oteriño en su Poética, porque por igual la realidad
nos aborda. Y el mundo está ahí,
aunque más lejos estos días.
Si
la comparación vale, desde aquella consulta decantaron en las vasijas vinarias
de la mirada, poemas de otros muchos libros que publiqué. Y por añadidura, debo
confesar que aún me tienta decantar viejos poemas al ejercer la propia
relectura.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
Ilustración: Mar del Plata
No hay comentarios.:
Publicar un comentario