desde el sueño con hilos de lana y de almíbar
vine luchando con el ratón por clickear en una cruz
mínima casi
era
ésta acaso la existencia
reglada por cálculos del conciente
o
serían pesadillas del naufragio
estaba yo en escena también
tu
mano la intención del aire
levantando persianas
el
aceite para voluntades
la carta aún en primeras líneas y esta certeza
sucede
que en los sueños
quien rige de aquel lado es dios ve al través
del tiempo la escritura
él
es señor ilumina desenlaces
por eso lo supe era sólo borrador nada firmarías
tenía destino de bollo de papel sobre la mesa
dirigías a mí la carta
contenía
cuanto yo no había visto
como el peso de gruesos libros sin leer insospechados
hurgué entre sábanas entonces
buscaba
la cruz y la herramienta
las líneas que el mensaje seguro desplegaba
el espacio a conocer antes que leer tanta evidencia
trastabillé enredado encendí la luz azul el primer
saludo
aikaé-ké de pecé despierta
y
entonces te vi en la cama aún
volviendo conmigo de tu noche
desprendías de mis ojos hilos de lana y de almíbar
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela,
2013
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