la persiana del vecino sube a las ocho con un quejido
cesa al alcanzar tensión de guillotina
yo he pasado la noche esperando el sol
la llevo abierta
de
par en par aquí la boca y su sonrisa
la vidriera el mostrador las golosinas
el astro ordena su mañana
mi descanso fue de luna ella besa con luz breve
incapaces de despertar fueron sus acordes
el ritmo del predestinado cabeceo en los navíos
la amé y la perdí en silencio
por
causa del filo de un vecino
entre nubes sueños y sorpresa
al resto convoco en testimonio del infausto
© Carlos Enrique Cartolano. Contracorriente, 2013
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