…Pasé frente al
Nocturno
y la vida había
pintado unos carteles...
Pregunté en una
esquina por la hora,
y en la bolsa del
hombre que me dijo la hora
iba la vida, junto
con su almuerzo...
Alfredo Zitarrosa –Allanamiento-
porque si
era al mediodía picaba la vida
los
miedos zapaban descalzos
el hombre no sabía más allá del
cartílago obediente
con
fuegos de san telmo cada día en las arboladuras
porque
ahora secan los sudores
la fisiología se vuelve
predecible
si hay suerte las
uñas crecen
la vida
fluye nervio puro
para todo espero
y no hay
hoguera que aguante las garúas
© Carlos
Enrique Cartolano. Contracorriente, 2013
Ilustración: José Luis Hernández Castillo
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