sólo el olvido si existe cicatriza
al cuerpo que es espíritu de fragua
le
caben las certezas
y al alma
humo simple del incendio
la
ocupan las palabras
es físico el respeto por mayúsculas
punto aparte
horcas caudinas que asfixian la sorpresa
al
cuerpo lo recorren
soledades expuestas en la nuca
por bolsillos
suelas de zapatos
y
plomo de las muelas
el espíritu se basta
laboratorio de miradas
estandarte del idioma
olvidado
del cuerpo y otras prepotencias
la roca está en el alma
sólo que demora en restañar heridas
el olvido suma tarde al arrebato
tanto que de invertir los roles
ir el alma al exterior en intemperies
pasaría yo por discapaz menguado diferente
todo
sentidos para siempre inmóvil
© Carlos Enrique Cartolano. Contracorriente, 2013
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