… todo se desvanece y se vuelve un milagro
haber nacido y contemplar el vaso…
Cesare
Pavese –El vino triste-
aún no entristece mi copa de vino sigue encinta de
amaneceres
al por venir él trepa indemne tanto escalón
de las edades acaso el sol ese el más viejo no madura
contenidos
néctar de la vid y de las venas no precipita los
contactos
e inventa polo negativo al positivo pieles convexas
ardientes
para ausencias del amor
no entristece el vaso borbotea en realidad su vigor
entre los dedos
tras la despedida seca lágrimas el vino es faro esplende
confía la carne su espíritu se entrega relee versos
memoriza
fórmulas del indeleble mar él no vuelve a retirarse es
cónyuge
alegría y columna sostén del siglo bendito hueso
bermellón
es filtro sin tiempo roca del abrazo
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio,
2013
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