… La noche te abre una mujer: su cuerpo,
sus puertos, su ribera;
y su noche prístina en que yace toda memoria…
Saint-John
Perse –Mares, Estrechos son los bajeles-
porque en desvanes de mi historia pondré sueños y
añoranzas
junto a tintineos de cristales a la par
en la noche no será lo mismo desvestirse que ir desnudo
música de circunstancias que una melodía nos embargue
ni tampoco
satisfacción que saciedad al fondo de esta botella de
miércoles al cierre
pero sí mujer será siempre brillo en el espejo lucero
que orienta
peregrinos la cosquilla en la oreja el respingo
en la piel la mayor ternura ésa es la noche el barco
a un tiempo el mismo océano golpeteos de sal y agua
sonrisas el ancla
allí donde algo empieza donde nunca nada se termina
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio
–Apartado Saint-John Perse-, 2013
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