En torno a “Le garage hermetique”
de Moebius, cuando el
silencio
es vórtice y todo
recomienza
espero
frente al teclado/ mi espejo del idioma dialoga
a
la vez con un paisaje de interiores y con esta máquina
de
poner en pie la imagen/ me leo recién antes o muy atrás
no
existe el tiempo en la mirada
hay un hormiguero/ bulle
abecedea
chilla
un nombre que hoy encierra todo sustantivo/ soy
mi
máquina de examinar/ soy el idioma y yo que calzo
mis
diez yemas en las teclas/ soy lo dicho
lo
que resta y el silencio/ ahora leo: cada verso me parece
otro:
el anterior uno porvenir/ va bajo la mano y dentro
de
ella/ entonces las palabras forman filas miden restan
suman
fluyen de una memoria a otras/ el poema restituye
un
tiempo su color/ es ritmo: vincula mente y corazón
brota en la mirada y sale al
mundo
mi
nave ronda el visor/ el teclado se adelanta/ repite
una
y otra vez/ él mata y da la vida: este dios itinerante
me
sabe a flote se nombra al bautizarme/ él se reconoce
©
Carlos Enrique Cartolano. Abarrotes, 2017
Ilustración:
Ron Mueck ©
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