… Dar por
sentado que nos encontramos dominados
por las
palabras sería para la metafísica aceptar el peor
de los
escenarios, una renuncia a la filosofía,
una
claudicación en favor de la poesía…
Juan Arnau –Arte de probar, Ironía y lógica
en India
antigua-
Arde una torre de 120
pisos sociales en Londres,
próxima al popular
Notting Hill.
Hoy, es cabecera del
campo de batalla
14 de junio de 2017
la batalla por comunicar/ y ya jugado
permanecer
idéntico a mí/ armado con herencias
al
extremo de la espada/ pero quién te quiere hoplita
acaso
el sentido te nombra/ preguntan/ el lenguaje
habita
el silencio y comprendo: soy tácito en la estancia
aún
no existe nómina de víctimas fatales
ciego ante lo posible/ el mundo difiere
de
sí tras este día es otro/ no sólo hermético: ahora
sin
ojos/ cuando la batalla consiste en existir en algo más
que
el ser miserable de la mesa/ el lecho y un breviario
de
noticias/ quién te nombra/ preguntan/ abren acaso
cuando
aquí amanece hay riesgos de derrumbe
al cabo de 3.300 años/ este campo de
batalla
se
me parece/ las miradas igualan en la mezcla/ el idioma
sufre
crisis en los significados/ las palabras son razón
de
sobrevida vestigio de aire en la humareda/ rayo de luz son
carnets
de identidad/ escaleras a una hipótesis de escape
ardió
troya/ y que así sea
©
Carlos Enrique Cartolano. Abarrotes,
2017
Ilustración:
Incendio en Londres –medios globales de
difusión-
2 comentarios:
Te escribo aunque no leas estas líneas,
porque quiero contarte algunas cosas:
El tiempo no alcanzó para reproches
muy justos de tu parte:
Fui un ingrato,
un pato del montón,
tal vez, un poco infiel de pensamiento,
un egoísta.
Pero,
quiero decirte y que lo sepas:
Hoy regué las macetas del balcón,
acomodé la ropa al volver de la oficina
y saqué la bolsita de basura
en donde tiré, por costumbre,
(como hago cada día)
el papel que cuelgo con imanes
que reza como un mantra:
“Al fin, volviste”,
seguido por el nombre que te puse
en la intimidad de nuestro dormitorio.
Mañana, volveré a pegarlo
en la heladera,
por si llegás antes que yo.
Querida,
no he cambiado las llaves de la entrada.
Date prisa, por Dios,
y que así sea.
Supongo que nos hemos cruzado por las redes miles de veces. Todos nos influimos mutuamente. En este caso, mi poema es anterior, pero Dios nos cobija a todos: amém (y que así sea)
Soy lafaldaturquesa también.
Esta es la versión masculina que escribí para mi heterónimo hombre.
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