confieso
la noche en cada yema/ al fondo
oscuro
de mi decisión por pasos y miradas
reconozco
vertebraciones de la luz
durante
el día/ apuros del vaso tras el valle
desierto
de la intimidad
confieso
el vino acre de mi herida/ la muerte
del
pétalo bajo pliegues de la carne
arbitrios
del deseo y los temores/ tanto
insomnio
como nazca entre las piernas
recuerdo
nombres sus bocas/ el llamado
soy
por la llama firme y el resto del aceite
©
Carlos Enrique Cartolano. De ambas orillas, 2016
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