y vi la tarde derramada en superficie
dibujo de huellas en la cera
un silencio cautivo de aquí hasta el cristal
palabras latentes libertades de lejos
entre tanto poema la verdad su cresta
o gorro
y escuché cantos de ventana abierta
aroma del sembrado el viento trajo nombres
la memoria calma en un segundo
borrascas de la biblioteca quien sabe pesca
los olvidos el inconfeso entre páginas
lo perdido en la mirada
y vi la omisión un exceso de luz el más largo
de los pasos miserias de lector úlceras
preguntas entre palmas borrones
gotas de pintura negra
encierros podas del ala casi enredadera
de pie y centenaria
© Carlos Enrique Cartolano. Por lo más delgado, 2013
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