las fuentes surtidores del procelo sueltan
mi paso de agua disuelto canto
que parte la zaga en dos
alba
del parto gris su vuelo
sin cadenas
sin recodos brota hasta alcanzar el mar
prosigue la tormenta
entuban agua
sobre el barro cubierto de huellas esos ojos
enmudecen tras cada nacimiento
y demoran la justicia sus esclusas
el lago tan quieto sueña espejos
© Carlos Enrique Cartolano. Por lo más delgado, 2013
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