I.
en estas dos horas puedo darle tres vueltas al mundo
tiempo para detener su cabeza sabelotodo lapso
bastante
por recorrer los cultivos abonar bajo los pies y
gastar
toda la confianza que vino sembrando el vecindario
breves horas de llantar consuelo batir carcajadas o
morir
en las próximas dos horas puedo atar tanto cabo suelto
colmar de nudos cada hebra de luz desanudar de
palabras
el francés poblar de luciérnagas el entresábanas de
amor
puedo detener brisas estancar el deseo en mares de
ojos
escasas horas son duran últimos dos años vistos y
oídos
II.
mientras el piquete se sube sobre las vías en
temperley
por santa fe diluvian temores de inundados y aquí
jamás
acaban de amerizar las primaveras en dos horas puedo
soñar con cercanías retomar los viajes recorrer
itinerarios
reconocibles paseos paisajes por ventanillas recién
lavadas
en estas dos horas puedo definir mi época reforzar
hilos
aquí en lo más delgado cuanto pasó regrese y lo que
nunca
finalmente llegue mientras la tevé hace temblar las
usinas
exhala negritud de bruma cotiza basura millones de
regreso
piensan la última sopa y un primer amor desfoliado en
piel
III.
este tiempo basta para remontar recuerdos hasta visos
de segunda realidad tactos del pasado anudamiento
dócil
en paralelos existentes bajo un mismo sol bastan dos
horas
para que desmienta el espejo o domestique un prólogo
vuelque la mirada en lo desconocido luche por la
posibilidad
en dos horas la síntesis baila escaso diez por ciento
de materia
pero desbordes del espíritu inundan el almario sin
espacio
para alfileres de cabeza o mecheros de alta llama la
pasión
queda en las piernas en las manos porque dos horas
alcanzan
para confesar amor y tragarse hasta el último pelo de
la lengua
© Carlos Enrique Cartolano. Por lo más delgado, 2013
2 comentarios:
Amigo, como siempre: ¡magistral!
Te deseo un año colmado de éxitos.
Lo mismo para tí, poeta! Muy buena letra!
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