No
olvidar el silencio, la página en blanco, constancias del fuera de foco, los
días sin nombre, caminar a solas, la inmersión prolongada en el agua. En todo
ello se abrevan fuerza y sobrevida. Tampoco evitar el contacto con la piel
amada, tanto en labios como mirada. Porque prolonga y fructifica.
Respirar, como mirar
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018Ilustración: Domestika (c)
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