del
primer día sin
Américo
Álvarez
mañanas
del andar disuelto/ sin lograr calzar
el
pie derecho en huellas del canto que precede
este
torbellino en la ventana/ el pip del monitor
y
la carraspera de la pava eléctrica/ exclamo
pero
no signo/ soy puro soplo
en
mi ambiente tracé caminos al cabo
de
los meses/ pero en ninguno de ellos cabrán
mis
pies: lo he dicho con tristeza/ es la
melancolía
que contagia desde el geriátrico
final:
un abandono del uno por ese resto
de
armonía en los confines/ hay torres
donde
sólo es ladera la palabra/ y el poema
desciende
nombres de luz para quedarnos
©
Carlos Enrique Cartolano. Las dos formas del sueño que soñamos, 2017
Ilustración: Américo Álvarez
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