no sabré ya si el fotógrafo sintió
que un pájaro aleteaba en su lente/ o la mujer
se vió pájaro desde la punta de los dedos
hasta el obturador de la cámara
y sus brazos fueron alas/ pies y manos
alerones/ fuselaje bendito el cuerpo
obra de aerodinamia divina/ hasta el pico
en boca del viento su presa y cuna
volaban pubis y pechos de mujer
por un momento fue perfecto el mundo
tembló creo el fotógrafo/ su obra y el opus
de dios: su brindis los complementarios.
© Carlos Enrique Cartolano. Pájaros, 2014
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